Confesiones de una madre bilingüe
Hoy te traigo las confesiones de una madre bilingüe.
Vengo a abrirte mi corazón y a hablarte de ello. Porque no estamos solos.
La sociedad en la que vivimos nos incita a ser perfectos. Todas las cuentas de Instagram o las de youtube te muestras lo maravillosas que pueden ser algunas vidas. Blogs o páginas web te explican lo que tienes que hacer para tener una vida inmejorable. Pero, ¿esto es lo normal? ¿Soy yo la oveja negra?
Por supuesto que no lo eres, pero poco a poco, nos hemos ido creyendo que sí. Nuestros problemas son solo nuestros y nadie más los tiene. Nuestras incertidumbres no deberían ocasionarnos dudar. Todo debería estar controlado. Y no es así.
La realidad es algo totalmente distinta. Y hoy, vengo a contaros la mía.
Confesiones de una madre bilingüe
- Cuando voy al parque, la gente me mira con mala cara, sobre todo cuando hablo con mis hijos en otro idioma.
- Se me ha criticado, y mucho, por criar a mis hijos bilingües.
- Llega un momento en el que cala y te planteas si realmente es la opción correcta.
- Hay muchas veces en las que dudo de si lo estaré haciendo bien o les estaré perjudicando.
- Cuando llegan mensajes negativos, te olvidas de todo lo bueno que haces cada día.
- Hay veces que salgo de casa con la camiseta manchada. O arrugada.
- En ocasiones, no tengo fuerzas para salir a la calle.
- Hay noches en las que no me apetece leerles a mis hijos y aun así lo hago. Pero muchas otras no.
- Odio la televisión, hasta que se convierte en mi mejor aliado.
- Siempre juré que jamás gritaría a mis hijos. Lo he hecho.
- En muchas ocasiones me siento una mala madre.
Y estos son solo algunos ejemplos. Hay mil más.
Pero, ¿sabéis qué? He llegado a una conclusión. Y es que, como padres, nos vamos a equivocar mil veces. Pero mientras esas equivocaciones sean por el bien de nuestros hijos y por nuestro propio bien, siempre serán bienvenidas. Los errores son parte del aprendizaje, y debemos verlos como un paso más del camino.
Me gustaría poder ayudar a las familias a darse cuenta de que somos nosotros los que decididos. Decidimos sobre su educación, su felicidad y su cuidado. Y de lo único que deberíamos hablar con otras familias, es de cómo les podemos ayudar a hacer su carga menos pesada.
Dejemos de criticar por hacer las cosas a nuestra manera. Por tener malos días.
Pero lo más importante, dejemos de criticarnos a NOSOTROS MISMOS. Somos lo que somos y deberíamos estar orgullosos de ello.
Estas son mis confesiones de una madre bilingüe ¿cuáles son las tuyas?
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Ayudemos a las familias a darse cuenta de que una educación bilingüe en casa, es posible.
3 Comentarios
Raquel, gracias por escribir sobre lo de que pocos padres bilingües hablan. Educar bilingüe es un maratón, y para nada un paseo. Hay que aguantar. Aguantar de todo: criticas, frustraciones, decepciones, dudas, comentarios burlones, las denigraciones… Pero la meta esta allí, no hay que perderla de vista. Nunca.
Mis confesiones? Yo también pensaba que seria fácil, sobre todo ya que me crié bilingüe. También me equivoque de estrategia lingüística con mi hija mayor, y siguemos intentando recuperar el tiempo perdido. Tuve mis momentos de dudas. Un momento en el que pensaba dejarlo. Me come la rabia cuando la gente se burla, cuando no entienden lo que hago y porque, cuando me desprecian; pero allí sigue sonriendo como si no pasase nada.
Nadie esta perfecto. Pero con retrospectiva, creo que he aprendido la lección mas importante: nunca abandonar. Casi lo hice, y cuando veo donde por fin hemos llegado me alegro de no haberme entregado a mis dudas. ¡Adelante, padres bilingües!
Gracias a ti por leerme, pero sobre todo por compartir conmigo tus confesiones.
Creo que precisamente, una de las principales razones por las que escribí este artículo era para demostrar la realidad. Todo parece que tiende a ser ideal y nunca enseñamos los trapos sucios, aunque todas los tengamos.
Ojalá, que con pensamientos de este tipo, la gente se vaya fijando poco a poco en como son las cosas en realidad y se motiven a no desistir y a continuar cuando se torne difícil.
Muchísimo ánimo, y como bien has dicho ¡Adelante, padres bilingües!
Completamente identificada.